la voz del parlante

Azar (2)

Un hecho inesperado puede cambiar tu vida radicalmente. La trilogia de Nueva York empezó a crecer en la mente de Auster el dia que recibió una llamada preguntando por Paul Auster el detective, y el respondió que se equivocaban, que él era el Paul Auster el escritor. Luego estubo dando vueltas a la cabeza sobre que hubiera pasado si hubiera dicho que si era él, y como resultado escribió la novela. Hace un rato me han llamado preguntando que si yo era Jose Luis Rodriguez Ruiz, yo he dicho que no, pero entonces inmediatamente me han preguntado si tenia un camión. Les he vuelto a responder que no, el hombre se ha disculpado y ha colgado. ¿Que me hubiera esperado si hubiera respondido que si? ¿Aventuras? ¿Acción? ¿Misterio? ¿Amor? ¿Transportes de frutas hacia Francia? ¿Pageses franceses furiosos?

"-¿Oiga? -dijo la voz.
-¿Quién es? -preguntó Quinn.
-¿Oiga? -repitió la voz.
-Le estoy escuchando -dijo Quinn-.¿Quién es?
-¿Es usted Paul Auster? -preguntó la voz-. Quisiera hablar con el señor Paul Auster.
-Aquí no hay nadie que se llame así.
-Paul Auster. De la Agencia de Detectives Auster.
-Lo siento -dijo Quinn-. Debe haberse equivocado de número.
-Es un asunto de máxima urgencia -dijo la voz.
-Yo no puedo hacer nada por usted -contestó Quinn-. Aquí no hay ningún Paul Auster.
-Usted no lo entiende -dijo la voz-. El tiempo se acaba."

(...)

Esta vez era un poco más temprano que las otras dos noches -aún no eran las once- y cuando alargó la mano para coger el teléfono supuso que sería otra persona.
-¿Diga? -dijo.
De nuevo hubo un silencio al otro lado. Quinn supo inmediatamente que era el desconocido.
-¿Diga? -repitió-. ¿Qué desea?
-Sí -dijo la voz al fin. El mismo susurro mecánico, el mismo tono desesperado-. Sí. Es necesario ahora. Sin dilación.
-¿Qué es necesario?
-Hablar. Ahora mismo. Hablar ahora mismo. Sí.
-¿Y con quién quiere usted hablar?
-Siempre el mismo hombre. Auster. El hombre que se hace llamar Paul Auster.
Esta vez Quinn no vaciló. Sabía lo que iba a hacer, ahora que había llegado el momento, lo hizo.
-Al habla -dijo-. Yo soy Auster.
-Al fin. Al fin le encuentro.

Extraido de Ciudad de Cristal, de Paul Auster.