Andrea era diferente a las demás. Ella se movía silenciosamente en el mundo como bailarina tentando al espacio. Sus ojos hablaban por sí solos. Aquella manera de mirarme cuando estaba triste... Creo que es por esto que ella nunca aprendió a hablar. No necesitba para nada las palabras. De hecho, las odiaba. Siempre pensó que con la palabra nacía la mentira.
Así que, cuando tenía 3 años cumplidos y aún no había pronunciado ni un solo mote, sus padres decidieron llevarla a un médico. Aquel médico quedó asombrado de verdad. Aquella niña tenía unas cuerdas vocales excelentes y su mente no presentaba especialidad alguna para el punto de vista de auel humano curapupas.
Sin embargo, la niña Andrea seguía sin hablar. Se limitaba a sonreís. Siempre con aquella serenidad que inundaba sus ojos.
Lo que nadie supo es que todas las noches, sin excepción alguna, Andrea llegaba a su cama y se ponía a llorar.
Escrito por Marina, princesa de Algodon.
RÖDÉÄDÄ DÄRÉNÁ YDLÄGR1MÄS... PÖRQÉ TÜVÉ QNÄCER S1N ÖJÖS? NÜNCÄ LÖÉNTÉNDÉRÉ, YTÄMPÖCÖ LÖGRÄRÉ ÉNTÉNDÉR C0MÖ ÄPRÉND1 ÉNTÖNCÉS ÄLLÖRÄR...
Escrito y remido a mi por Andrea desde su hubicación desconocida.
Yo solo soy un escriba.
Escrito por salivazo a las 8 de Julio 2004 a las 05:45 PM