Este verano he podido contemplar como un mundo moria. Los campos estaban abandonados, los establos casi vacios. Las carreteras han mejorado pero estaban más vacias. Los arboles habian crecido tanto que tapaban las pocas casas cercanas y de noche la unica luz que se veia era de las estrellas, dando más sensación de soledad. Incluso la gente de alli decia que aquello parecia una selva. Los prados descuidados, ya no quedaban animales para pastar. El rio bajaba medio seco y apenas tenia truchas. El exodo iniciado hace tantos años seguia y la montaña se va quedando sola, los pueblos se vacian y un estilo de vida se pierde en el tiempo. Ya queda poco de lo que era aquello cuando yo era pequeño, y lo que yo habia contemplado era solo un timido reflejo de lo que habia llegado a ser.
Pero ocupando el sitio perdido hace años los corzos se confian y se acercan a sitios que antes estaban prohibidos. Los lobos se atreben a bajar más que antes. En valles cercanos ya se cerraban zonas porque los osos empiezan a campar con más libertad. Los prados se reconvierten en bosques para vender madera, y los pajaros y las ardillas recuperan su sitio. Y las montañas son un hervidero de jabalis.
Estoy muy orgulloso de haber podido vivir en ese mundo de forma directa durante muchos veranos, un año tras otro.
Escrito por salivazo a las 28 de Agosto 2005 a las 11:44 PM