Sueño curioso esta noche. Estaba en casa de dos señores mayores y cachondos, una cosa estilo Los del Río. Me explicaban como habían empezado a cantar de jóvenes, sin que nadie les hiciera caso y como poco a poco habían ido ascendiendo en el mundillo musical hasta cosechar el éxito ahora, muchos años más tarde. Me enseñaban sus primeras grabaciones y entonces yo veía que se hacían llamar Andy y Lucas. Entonces les comenté que habían dos más que usaban ese nombre, un par de jóvenes gaditanos. Ellos se encogían de hombros y decían que si, que algo habían oído, pero que se le iba a hacer. Yo me encabronaba y les decía que no había derecho, que tenían el nombre registrado desde hacia mucho y que les pertenecía, por lo cual tenían que ir a juicio contra esos falsos Andy y Lucas, que ya existía precedentes de ese tipo de juicios con las dos Tamaras y que seguro que saldrían ganadores.
Toma sueño.