8 de Abril 2005

La muerte en El Papa

La gente muere, incluso aquellos que parecian inmortales, como el Papa o Lola Flores (me impacto mucho su muerte, en serio, parecia un ser intemporal). No todo el mundo tiene el preciado bien de la eternidad, solo reservado a seres míticos como Keith Richards o Fidel Castro, que resisten a todo para sorpresa del mundo.

Cuando se te acerca la hora la muerte (tema tabú por excelencia en nuestra cultura) debe plantearsete muchas dudas sobre lo que hay al otro lado (o si hay un otro lado), pero en casos como el Papa no, ya que él estaba totalmente convencido de que iba encontrar. El hecho de ser católico convencido (es EL PAPA) y haber dedicado totalmente su vida a la Iglesia y a hacer el bien desde el punto de vista católico supongo que le habra causado la seguridad de que, una vez muerto, su lugar iba a ser el Cielo. En este caso la muerte debe ser vista como algo bueno, ya que abandonas la vida superficial, vacia e incompleta que se tiene en este plano de la existencia para entrar en la vida real, en el Cielo, donde uno esta en plena totalidad de su ser. Cuando lo vi agonizando supusé que para él ese debía ser un momento dulce, ya que aunque físicamente debía sufrir mucho, estaba acercandose a aquello para lo que se había preparado toda su existéncia. Era como volver a casa después de un dia largo de trabajo, con los huesos molidos, pero al fin con el trabajo realizado. Hace unos dias este pensamiento se me confirmó, ya que las últimas palabras que el Papa escribió con gran dificultad fueron algo así como "estoy muy feliz, recemos todos juntos...".

Todo esto me recuerda a las palabras que le espetó Ejo Takata a Alejandro Jodorowsky, cuando el primero era maestro zen del segundo.

¡APRENDE A MORIR, INTELECTUAL!


P.D. En estos momentos me gustaria ser cardenal para participar en el conclave secreto, encerrado en la Capilla Sixtina. Debe ser una muy curiosa e interesante.

Escrito por salivazo a las 8 de Abril 2005 a las 06:44 PM
Comentarios

¡Al Tribunal Penal Internacional con la Cúpula Vaticana! ¡A Juicio con este entramado de genocidas y cómplices criminales!

¡Hágase justicia, por el Amor de Dios!

Escrito por h., a las 9 de Abril 2005 a las 12:52 PM

Otra cosa explicó Jodorowsky un dia sobre otro maestro Zen. Éste se hallaba al final de una larga enfermedad, en la puertas de la muerte y sus díscipulos lo acompañaban en silencio. Uno de ellos, curioso ante la opinión que su maestro pudiera tener sobre el trance de la muerte, le pregunto:
- Que piensa usted maestro?
Y este levanto la cabeza y gritando entre sollozos respondió:
- No quiero moriiiir! No quiero moriiiiiiir!

Como diría Makinavaja: La muerte nos pilla a todos con el cagarro en el culo!

Escrito por Álvaro a las 13 de Abril 2005 a las 07:36 PM
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